EL PLAGIO A JENARO ARTILES
Por José Antonio Quintana García joaquinta35@gmail.com
Cuando Jenaro Artiles Rodríguez nació el 19 de noviembre de 1897 en una humilde cueva en Juncalillo, Gáldar, Gran Canaria, nadie pudo imaginar hasta dónde llegaría gracias a su inteligencia y ansias de superación. ¿Quién iba a pensar que estudiaría en la Universidad Central de Madrid la carrera de Filosofía y Letras? O que aprendería con soltura latín e inglés. Y mucho menos que sería diplomático del gobierno republicano en Suiza. Profesor, paleógrafo, archivero, bibliotecario e historiador. En su etapa formativa fue importante la influencia de su amigo y paisano el erudito Agustín Millares Carlo. En la capital de España se desempeñó como profesor de Lengua y Literatura Latinas en el Instituto Francés y en la Residencia de señoritas. También impartió Latín y Paleografía en la Universidad Central. Caboró con El Sol y otros periódicos. Tenía una enorme capacidad de trabajo. Fue archivero-bibliotecario del Ayuntamiento (1925-1937) y Director de la Biblioteca del Ateneo Madrileño (1929-1934). En aquella etapa publicó folletos y otros materiales de divulgación. Así que, al exiliarse en Cuba, en abril de 1939, tenía una obra realizada. Residió brevemente en la ciudad de Cienfuegos. En La Habana vivió desde diciembre de ese año hasta 1947, cuando se trasladó a Estados Unidos donde continúo su labor en calidad de director de la Biblioteca Westminster College, Fulton Missouri y de profesor de español en la Universidad de Southern Illinois. Murió en 1976.
El período cubano fue muy intenso. Impartió conferencias, ejerció el magisterio en la Universidad de La Habana, representó al Partido Socialista Obrero Español en la isla caribeña y presidió a la Unión Democrática Española. Asimismo realizó investigaciones históricas y bibliográficas. Artículos y ensayos de su autoría se publicaron en la Revista de la Universidad de La Habana, Nosotros, La Gaceta de Cuba, Carteles, Minerva, Revista Bimestre Cubana, entre otras. Quizás el texto más conocido sea el libro La Habana de Velázquez. Participó, además, en congresos y otros eventos de carácter nacional como ponente. DESPOJO DEL DERECHO DE AUTOR No todo resultó color de rosas para Jenaro Artiles, pues sufriría un gran disgusto al ser plagiada la obra en 3 tomos Índice y extractos del Archivo de Protocolos de La Habana 1578-1585, editada en 1947. La historiadora María Teresa de Rojas, integrante de la burguesía habanera, le había prometido financiarle la publicación de los volúmenes. Artiles accedió. Sin embargo, la mecenas se adjudicó la autoría. Tamaña injusticia no quedó impune, pues la denunciaron a la opinión pública Emilio Roig de Leuchering, presidente de la Sociedad de Estudios Históricos e Internacionales, y los investigadores José Luciano Franco y Mario Guiral Moreno. Hasta se constituyó un tribunal con varias personalidades ante el cual Artiles expuso el lamentable caso. Emilio Roig, historiador, abogado y periodista cubano, amigo de Jenaro Artiles
En abril de 1947 viajó a Estados Unidos, debido al disgusto provocado por María Teresa, según confesaba en carta a José Antonio Portuondo. Dejó en Cuba una impronta que aún perdura. Su producción intelectual continúa editándose y es fuente de consulta para quienes desean conocer el pasado colonial.

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